Tú y yo, dos compañeros de trabajo
sin embargo, nos tratamos como extraños
y tú siempre en tu lugar, tan callada y sin hablar
y yo en el mío, te miraba en soledad.
Una tarde, al salir, nos encontramos
una lluvia nos mojaba, locamente
y corrimos hasta un bar, y reímos sin parar
y de repente, nos miramos sin hablar.
Y fue cuando tu destino con el mío se cruzó
y perdimos la razón en el juego del amor
y olvidaste que tenías un marido y un hogar
y yo todo lo perdí, no me pude controlar.
Estribillo:
Y como locos, nos amamos
sin barreras, ni fronteras
nos besamos tanto, tanto
como locos…
Y como locos, nos amamos
no pensamos que lo nuestro era un pecado
y debemos separarnos.
Tú y yo, que ya no somos dos extraños
cometimos el pecado de querernos
pero esto es ilegal, no podemos continuar
te digo adiós, aunque este amor no acabará.
Y fue cuando tu destino con el mío se cruzó
y perdimos la razón en el juego del amor
y olvidaste que tenías un marido y un hogar
y yo todo lo perdí, no me pude controlar.
(Se repite estribillo).
Letra enviada por: Gaston Oviedo